Reflejo nauseoso

¿Es fiable el reflejo nauseoso para diagnosticar disfagia orofaríngea?

 El reflejo nauseoso, también conocido como reflejo faríngeo, es una respuesta automática del cuerpo que ayuda a prevenir que alimentos o cuerpos extraños entren en las vías respiratorias. Durante años, se ha utilizado como una herramienta clínica para evaluar la disfagia orofaríngea, especialmente en pacientes con enfermedades neurológicas. Pero, ¿realmente es un indicador fiable? Un estudio reciente publicado en la revista Biomédica ha explorado a fondo esta cuestión.
 

¿Qué buscaba este estudio?

El objetivo principal de la investigación era analizar si la presencia o ausencia del reflejo nauseoso puede ser un indicador confiable de disfagia orofaríngea en pacientes con patologías neurológicas. Para ello, los investigadores compararon la respuesta del reflejo en dos grupos: 86 personas con disfagia orofaríngea de origen neurológico y 80 individuos sin problemas de deglución (grupo control).

¿Cómo se realizó la investigación?

A cada participante se le evaluó el reflejo nauseoso en ambos lados de la garganta mediante una inspección directa. Además, se tuvieron en cuenta factores como la edad y el sexo para analizar si influían en los resultados.

Los resultados: ¿Qué encontraron los investigadores?

Los hallazgos principales del estudio fueron claros: los pacientes con disfagia orofaríngea neurogénica presentaron con más frecuencia una ausencia del reflejo nauseoso en comparación con el grupo control. Algunos de los datos más relevantes incluyen:

  • Lado derecho de la garganta: los pacientes con disfagia tuvieron casi cuatro veces más probabilidades de no presentar el reflejo (OR = 3,97; IC del 95%: 2,01-7,84).

  • Lado izquierdo de la garganta: el riesgo aumentó a casi cinco veces (OR = 4,84; IC del 95%: 2,41-9,72).

Curiosamente, variables como la edad o el sexo no mostraron un impacto significativo en la presencia o ausencia del reflejo nauseoso.

Entonces, ¿es útil el reflejo nauseoso para diagnosticar disfagia?

Aunque los resultados sugieren una relación entre la ausencia del reflejo y la disfagia orofaríngea, los investigadores concluyeron que este signo, por sí solo, no es suficiente para confirmar o descartar el diagnóstico. En otras palabras, la evaluación del reflejo nauseoso puede ser un indicador más, pero no debe ser el único criterio a considerar.

Implicaciones para la práctica clínica

Este estudio refuerza la importancia de realizar evaluaciones más completas en pacientes con sospecha de disfagia. Es fundamental combinar la exploración física con pruebas instrumentales como la videofluoroscopia o la endoscopia para obtener un diagnóstico preciso y guiar las decisiones terapéuticas.

En resumen, aunque el reflejo nauseoso puede aportar información valiosa, no es una herramienta diagnóstica definitiva. Una evaluación integral y un enfoque multidisciplinario son esenciales para detectar y manejar adecuadamente la disfagia orofaríngea.

Si deseas profundizar en el estudio, puedes acceder al artículo completo en PMC.

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